Desde 1952 Venezuela empieza la transformación mediática más
grande de la historia, hago referencia a este particular año porque en este por primera vez en Venezuela se transmite una
señal a través del espectro radioeléctrico de forma audio visual y así de esta manera se
marca pauta en la historia contemporánea de nuestro país. Puedo atreverme a
asegurar que todos los venezolanos algunas vez en la vida has visto un programa
de televisión antes de morir, este medio se ha convertido a través del tiempo en
uno de los medios de comunicación preferido por todos, por aquello que este
tiene la particularidad de no solo encender el receptor, sentarse y escuchar, sino
que también encontrarse con la imagen en movimiento que diferencia a la radio
de este y tanto nos gusta.
Así como cuando empezamos a leer un libro y al encontrarlo
interesante, buscamos el autor para saber la fuente creadora de la pieza de
arte que estamos leyendo, así también muy pocos venezolanos nos sentamos ante
un televisor y nos preguntamos el origen de este y no me refiero a la creación misma
del dispositivo de recepción, sino de la creación de la televisión venezolana así
como hoy la conocemos, los personajes y la historia que esta encierra, historia
que se ha venido perdiendo paulatinamente.
En la Venezuela actual creo que vivimos en la infinita carrera
hacia el futuro y no existe la ínfima mirada al pasado de esta Venezuela que
tanto nos tiene que enseñar y que tanto necesitamos en estos momentos. Gran parte de esta historia está escrita por
la vida de un personaje que sin duda alguna es icono de nuestra venezolanidad y
sin miedo a equivocarme, este es orgullo absoluto de este país, ese personaje
al que hago referencia es Renaldo José Ottolina Pinto (Renny Ottolina) un
nombre que para vergüenza de nuestra historia no todos los venezolanos conocen,
un nombre más conocido para aquellos que tuvieron la dicha de ver uno de sus
tantos programas de radio o televisión y que en su memoria recuerdan al Número 1
como en su época se le conocía.
No quiero hacer detalles de sus innumerables reconocimientos
y muchos menos la gran preparación académica de Renny que lo acreditan todavía como
el primer Show Man y hasta ahora inigualable personaje de la televisión venezolana,
pero creo que es menester reconocer la magnanimidad de este hombre, la mística
con que realizo su trabajo y su orgullo por su país, nuestro país.
No existe en nuestra
memoria histórica un hombre que nos ha enseñado más a amar este país, a crear
sentido de pertenencia como lo hizo Renny, creo firmemente que su
carrera así como su vida son pieza invaluable de nuestra historia. Un hombre
con un concepto de país único, un visionario al servicio de su pueblo, un
ciudadano que su amor y pasión por la patria fue tanta que en la búsqueda por
una solución de los problemas que afrontaba el país quiso tomar las riendas, hasta el punto que el mismo pueblo
lo postulo a candidato para la presidencia, búsqueda que le costó la vida en un
dudoso accidente aéreo.
Los medios de comunicación en este país tiene un antes y después
este se llama Renny Ottolina, la televisión como él la hizo, el formato y
concepto de educar al ciudadano a través de los medios de comunicación se fue
perdiendo hasta llegar a el sistema de televisión actual, sistema que se transformo en el monstruo con un propósito meramente
comercial que hoy conocemos y se les
olvido la importancia de los valores y principios que tanto necesitamos a diario,
valores que son las bases fundamentales de la sociedad que todos buscamos y que
tanto queremos, se les olvido que ellos son debidos a una razón social y para
una razón social, están ahí al beneficio del pueblo, el beneficio de un país entero.
Por eso creo que es menester reconocer y aprender de este hombre que todavía muchos
años después de su muerte nos dejo un legado, un sentimiento que no puede morir. Al igual que las grandes
obras de arte aunque sean destruidas su recuerdo perdura en el tiempo y se
transforman en leyendas, Renny es una de nuestras leyendas que nunca morirá.