viernes, 4 de octubre de 2013

Leyenda del pasado.

Desde 1952 Venezuela empieza la transformación mediática más grande de la historia, hago referencia a este particular año porque en este  por primera vez en Venezuela se transmite una señal a través del espectro radioeléctrico  de forma audio visual y así de esta manera se marca pauta en la historia contemporánea de nuestro país. Puedo atreverme a asegurar que todos los venezolanos algunas vez en la vida has visto un programa de televisión antes de morir, este medio se ha convertido a través del tiempo en uno de los medios de comunicación preferido por todos, por aquello que este tiene la particularidad de no solo encender el receptor, sentarse y escuchar, sino que también encontrarse con la imagen en movimiento que diferencia a la radio de este y tanto nos gusta.

Así como cuando empezamos a leer un libro y al encontrarlo interesante, buscamos el autor para saber la fuente creadora de la pieza de arte que estamos leyendo, así también muy pocos venezolanos nos sentamos ante un televisor y nos preguntamos el origen de este y no me refiero a la creación misma del dispositivo de recepción, sino de la creación de la televisión venezolana así como hoy la conocemos, los personajes y la historia que esta encierra, historia que se ha venido perdiendo paulatinamente.

En la Venezuela actual creo que vivimos en la infinita carrera hacia el futuro y no existe la ínfima mirada al pasado de esta Venezuela que tanto nos tiene que enseñar y que tanto necesitamos en estos momentos. Gran parte de esta historia está escrita por la vida de un personaje que sin duda alguna es icono de nuestra venezolanidad y sin miedo a equivocarme, este es orgullo absoluto de este país, ese personaje al que hago referencia es Renaldo José Ottolina Pinto (Renny Ottolina) un nombre que para vergüenza de nuestra historia no todos los venezolanos conocen, un nombre más conocido para aquellos que tuvieron la dicha de ver uno de sus tantos programas de radio o televisión y que en su memoria recuerdan al Número 1 como en su época  se le conocía.

No quiero hacer detalles de sus innumerables reconocimientos y muchos menos la gran preparación académica de Renny que lo acreditan todavía como el primer Show Man y hasta ahora inigualable personaje de la televisión venezolana, pero creo que es menester reconocer la magnanimidad de este hombre, la mística con que realizo su trabajo y su orgullo por su país, nuestro país.

No existe en  nuestra memoria histórica un hombre que nos ha enseñado más a amar este país, a crear sentido  de pertenencia  como lo hizo Renny, creo firmemente que su carrera así como su vida son pieza invaluable de nuestra historia. Un hombre con un concepto de país único, un visionario al servicio de su pueblo, un ciudadano que su amor y pasión por la patria fue tanta que en la búsqueda por una solución de los problemas que afrontaba el país quiso tomar  las riendas, hasta el punto que el mismo pueblo lo postulo a candidato para la presidencia, búsqueda que le costó la vida en un dudoso accidente aéreo.

Los medios de comunicación en este país tiene un antes y después este se llama Renny Ottolina, la televisión como él la hizo, el formato y concepto de educar al ciudadano a través de los medios de comunicación se fue perdiendo hasta llegar a el sistema de televisión actual, sistema que  se transformo en el monstruo con un propósito meramente comercial que hoy conocemos y  se les olvido la importancia de los valores y principios que tanto necesitamos a diario, valores que son las bases fundamentales de la sociedad que todos buscamos y que tanto queremos, se les olvido que ellos son debidos a una razón social y para una razón social, están ahí al beneficio del pueblo, el beneficio de un país entero. Por eso creo que es menester reconocer y aprender de este hombre que todavía muchos años después de su muerte nos dejo un legado, un sentimiento que  no puede morir. Al igual que las grandes obras de arte aunque sean destruidas su recuerdo perdura en el tiempo y se transforman en leyendas, Renny es una de nuestras leyendas que nunca morirá.

"El país es medible. la patria es del tamaño del corazón quien la quiere"
Renny Ottolina